martes, 15 de febrero de 2011

La prohibición de la dalmática en Ciudad Real



Tomo del día de Ciudad Real esta noticia, que ya había adelantado aquí en nuestro blog. Ya cité la inmemorial tradición y el especial privilegio que la Sede de Pedro concedió a España e Inglaterra, en las que los acólitos usan con absoluta legitimidad la dalmática (que en realidad es la tunicela subdiaconal) y que como ya he dicho queda demostrado en la existencia de dalmáticas del siglo XVI, XVII, XVIII, XIX, de reducido tamaño para niños. También recordé unun punto del Código de Derecho Canónico en el que trata de las prohibiciones de las tradiciones. En el canon 28 del Derecho Canónico:“Firmo praescripto can. 5, consuetudo, sive contra sive praeter legem per contrariam consuetudinem aut legem revocatur; sed, nisi expressam de iis mentionem faciat, lex non revocat consuetudines centenarias aut immemorabiles, nec lex universalis consuetudines particulares”("Quedando a salvo lo prescrito en el canon 5, la costumbre, tanto contra la ley como extralegal, se revoca por costumbre o ley contrarias; pero, a no ser que las cite expresamente, la ley no revoca las costumbres centenarias o inmemoriales, ni la ley universal revoca las costumbres particulares").
Es legítimo que el Obispo revoque este derecho, pero es sin duda una pérdida histórica muy lamentable. Se deberían prohibir entonces  todos los privilegios que los Romanos Pontífices han otorgado a nuestra Patria, como el uso del azul SÓLO para la Inmaculada, reclaco el solo, porque algunos lo usan en las fiestas de la Virgen, y ese uso es abusivo e incorrecto. El azul no es un color litúrgico, sólo se permite en España en la Solemnidad de la Inmaculada. Como estos privilegios hay muchos, algunos en desuso.
Me agradaría que el mismo empeño legítimo de prohibir las dalmáticas en los acólitos, sea un empeño por hacer cumplir por todos las normas de la Santa Madre Iglesia, así como las indicaciones del Sumo Pontífice. Nos agradaría que como católicos que somos, y como fieles hijos de nuestro Prelado, que haga cumplir TODAS las normas que prescribe, manda y aconseja la Santa Madre Iglesia en sus documentos, emanados del Concilio Vaticano II.
Monseñor, le recuerdo un punto del Ceremonial para los Obispos, que también son normas que se redactaron tras el Concilio:


El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández
56. Las vestiduras del Obispo en la celebración litúrgica son las mismas que el presbítero. Pero es conveniente que en la celebración solemne, según la antigua costumbre, debajo de la casulla vista la dalmática, que podrá ser siempre blanca, sobre todo en las Ordenaciones, en la bendición del Abad y de la Abadesa, y en la dedicación de una iglesia y de un altar.
63. El hábito coral del Obispo, tanto en su diócesis como fuera de ella, consta de la sotana de color violáceo, una banda de seda del mismo color con flecos también de seda como adorno en ambos extremos (mas no con borlas), roquete de lino o de otro tejido semejante, muceta de color violáceo (sin cogulla), cruz pectoral sostenida sobre la muceta por un cordón de color verde entretejido con oro, solideo también de color violáceo, bonete del mismocolor, con borla.
Cuando el Obispo lleve la sotana violácea, también usa medias de ese color. Sin embargo, es absolutamente facultativo el uso de las medias moradas cuando se usa sotana negra adornada con un ribete.
64.  La capa magna violácea, sin armiño, sólo puede ser usada
en su diócesis y en las festividades más solemnes. 

65.     La vestidura litúrgica común para todos los ministros de cualquier grado es el alba, que debe ceñirse a la cintura con el cíngulo, a no ser que esté hecha de tal manera que pueda ajustarse al cuerpo sin necesidad de cíngulo. Pero antes de ponerse el alba, si ésta no cubre perfectamente el vestido ordinario alrededor del cuello, póngase el amito. El alba no puede cambiarse por una sobrepelliz, cuando se ha de vestir la casulla o la dalmática, o cuando la estola cumple la función de casulla o dalmática. La sobrepelliz ha de llevarse siempre sobre la sotana.

125. para el Obispo: palangana, jarra con agua y toalla; amito, alba,cíngulo, cruz pectoral, estola, dalmática, casulla (palio, para el metropolitano),solideo, mitra, anillo, báculo;
para los concelebrantes: amito, alba, cíngulo, estola, casulla;
para los diáconos: amito, alba, cíngulo, estola, dalmática.

Estamos seguro que empleará el mismo ímpetu en hacer cumplir el Motu Proprio SUMMORUM PONTIFICUM, en nuestra diócesis...

EL DÍA DE CIUDAD REAL

Los acólitos tendrán que sustituirlas por albas o roquetes, según recomienda Esparza
Las cofradías deciden acatar la prohibición del uso de dalmáticas
HOY. CIUDAD REAL
Ningún acólito vestirá la próxima Semana Santa la tradicional dalmática en los cortejos procesionales, acatando así el artículo 4.4 de la Normativa Diocesana para Hermandades y Cofradías, que fue renovada el pasado año por el Obispado de Ciudad Real. En concreto, dicho artículo indica lo siguiente: “Es reprobable la costumbre de utilizar en las procesiones las vestiduras (dalmáticas) propias de los ministros ordenados”. Aunque la palabra “reprobar” no significa necesariamente prohibición, sino simplemente “no aprobación”, así es como las apenas cinco cofradías que seguían utilizando esta prenda, después de que otras dos dejaran de hacerlo en 2010, han interpretado finalmente este artículo tras diversas recomendaciones expresadas por el vicario general, Miguel Esparza. La norma, en cualquier caso, no es nueva; ya aparecía en la anterior normativa, según manifestaba a El Día el responsable de Comunicación del Obispado, Miguel Ángel Jiménez, quien afirmó que “ahora es cuando las hermandades se lo están tomando más en serio”. “No es correcto el uso de la dalmática por los acólitos porque es la vestidura propia de los diáconos” (ministros eclesiásticos de grado inmediatamente anterior al sacerdocio); “si se la ponen es porque se quedan sólo en el aspecto externo o bien quieren suplantar una identidad que no les corresponde”, explicaba Jiménez, quien proponía el uso del alba para los cofrades encargados de portar los ciriales, incensarios y navetas.No es la de Ciudad Real la única diócesis que pone trabas al uso de la dalmática por los acólitos, ya que en Toledo y Madrid tampoco está permitido.En cualquier caso, y aunque desde el Obispado se argumente que la prohibición siempre ha existido, hay que remontarse a los años 90 para encontrar a las primeras cofradías ciudadrealeñas que optaron por el uso de esta prenda en el cuerpo de acólitos. Una de ellas era la Flagelación, que la venía utilizando desde 1996. Su hermano mayor, Emilio Martín Aguirre, explicaba que acatarán la normativa diocesana, aunque reconoció que le gustaría que los acólitos de su cofradía pudieran seguir vistiendo las dalmáticas, como así se permite en multitud de diócesis españolas. “Tendremos que guardarlas hasta que las podamos volver a sacar”, comentó.Otra de las hermandades afectadas es la Esperanza. Su hermano mayor, Carlos Galiano, aludía a la importante inversión económica que tuvieron que realizar las cofradías para contar con estas vestiduras. “Nos gastamos un dinero en esas ropas y ahora, de golpe y porrazo, no las podemos llevar en la procesión”, se lamentaba.En el caso de esta hermandad del Martes Santo, no llega a cinco años el tiempo que ha contado con dalmáticas en el cortejo procesional; unas prendas que fueron realizadas por el grupo de costura de la propia corporación tras la adquisición de la tela de brocado, que tiene un precio bastante elevado.Fue el grupo joven, al que en aquel momento pertenecía el propio Galiano, el que regaló esas telas a la hermandad. Para conseguirlo, los jóvenes de la Esperanza estuvieron trabajando durante dos años en la organización de conciertos, viajes y otras actividades para recaudar los fondos necesarios.En total, son siete las dalmáticas que posee esta hermandad y que ahora se quedarán sin uso, expuestas en la casa hermandad. Galiano explicó: “Nadie nos advirtió de nada; sólo cuando ya estaban hechas y las estrenamos es cuando nos dijeron que no era apropiado”.La cofradía estudia ahora qué hacer de cara a la próxima Semana Santa. “Quizá nuestros acólitos lleven alba como los monaguillos, pero todavía no lo hemos decidido; estamos viendo ideas de otros sitios para ver qué hacemos”, indicó.Prenda en desusoEn el mismo aspecto coincidía Javier Regaña, coordinador del cuerpo de acólitos de las hermandades del Prendimiento y el Nazareno. “Hemos hecho un gran esfuerzo económico para que ahora las dalmáticas se queden en el armario”, señalaba.
La Hermandad del Prendimiento comenzó a usar dalmáticas en 2003, gracias a la Flagelación, que prestó las suyas. Ya en 2004 la cofradía del barrio de Los Ángeles estrenó unas nuevas costeadas por sus propios hermanos. En total son ocho las dalmáticas que posee: cuatro de brocado y cuatro de damasco, que son algo más baratas.
En cuanto al Nazareno, cuenta desde 2007 con dalmáticas propias: seis para los ciriales, dos para incensarios y una para el acólito que lleva la naveta. Son nueve en total, todas de brocado, aunque existía el proyecto, ahora abortado, de confeccionar una más.
Para Javier Regaña, la prohibición del Obispado no tiene mucho sentido, ya que, según dijo, la dalmática es una prenda que ni siquiera utilizan hoy en día los propios diáconos. Además, exponía que las dalmáticas que tienen las hermandades son prendas nuevas que nunca han tenido el uso que la normativa diocesana reconoce como el único válido. “Son prendas que tienen la forma de una dalmática, pero que realmente no lo son porque no las han usado nunca para ese fin; no es que se las hayamos cogido a los diáconos para usarlas nosotros”, argumentaba.
En este punto, señalaba que las dalmáticas de las hermandades son muy parecidas a las vestimentas que suelen llevar los maceros de los ayuntamientos.
Según Regaña, mientras que en la Hermandad del Nazareno aún no se ha tomado una decisión sobre la vestimenta que llevarán los acólitos este año, en el Prendimiento se plantean si asumirán la solución propuesta por el propio vicario general, que recomendaba el uso del roquete, una especie de sobrepelliz de color blanco que pueden llevar tanto los sacerdotes como los legos que colaboran en las funciones religiosas.
En cualquier caso, esto supondría que la cofradía asumiera un nuevo gasto económico, además del perjuicio que conlleva la prohibición de la dalmática para el aspecto patrimonial de las cofradías ciudadrealeñas, en palabras de Javier Regaña.
Curiosamente, en Sevilla sólo los acólitos de la Hermandad de la Sed visten roquete. Esto es así porque, aunque la Archidiócesis hispalense permite el uso de la dalmática, el párroco de la Inmaculada Concepción que asistió a la creación de la cofradía en 1969 tenía el mismo criterio que el Obispado de Ciudad Real. Hoy en día, esta hermandad del Miércoles Santo sevillano mantiene esta costumbre como una forma de preservar una tradición propia

1 comentario:

  1. Enorme tu entrada, y no solo en tamaño, sino en sabiduría.
    Como una cosa tan simple, como es el cíngulo, se hecha de menos en la mayoría de los casos.
    Del tema de las dalmáticas ya opiné en lo que el periodista me preguntó, pero si quiero hacer especial mención a que entiendo que las prohiban aunque no lo comparto por todo lo que he dicho y mas aun despues de leer tu entrada.
    Un saludo y GRACIAS por todas tus entradas.

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