viernes, 7 de octubre de 2011

Ortodoxia y Modernismo


En la anterior entrada de nuestro blog, traíamos una noticia ya ampliamente conocida y cada vez más preocupante. La descomposición de aquellos que se llaman "Conciliaristas", que se creen abanderados y salvadores de la Iglesia.

Ayer  resaltábamos las palabras del Cardenal Piacenza acerca del falso "espíritu conciliar", que es cada día más lacerante e intolerable. El cardenal Piacenza nos recordaba que este falso espítitu conciliar, era fruto de un libertinaje infundado, que no se correspondía con lo que reflejan los propios documentos del Concilio. No se puede diferenciar entre una Iglesia antes del Concilio, y otra después, sólo hay Una Iglesia, la Católica, Apostólica y Romana, viendo en todo momento la hermeneútica de continuidad tan predicada por nuestro Papa Benedicto XVI.

Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que muchos de estos modernistas, por no decir todos, ni se han leído los documentos conciliares, vistas las reivindicaciones que hacen, claramente contrarias a dichos documentos, y al magisterio papal posterior al mismo.

Estas ideas claramente contrarias a la sana fe, son frutos de una religiosidad a la carta, de un sacerdocio a la carta, y no de un sacerdocio que emana del Sacerdocio de Cristo, Unico y Sumo Sacerdote. Cuyas carácterísticas principales son las de: Cristo Pobre, Cristo Casto y Cristo Obediente, y que como recuerda San Pablo, "se hizo obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz". (Fil 2, 8)

Desmontadas estas notas esenciales del sacerdocio católico, emanadas del sacerdocio de Cristo, ¿qué es lo que realmente queda? Podemos afirmar que cualquier cosa menos un sacerdotes católico, más bien pastores luteranos trasnochados...

En su ordenación, los ministros ordenados prometieron ser célibes y obedientes a su obispo y a sus sucesores, y sobre todo a la Iglesia, visible en Pedro. Nos preguntamos algo que es clave en las relaciones sociales básicas, ¿qué te puedes esperar de un señor que ni siquiera es capaz de cumplir su palabra? Si ellos prometieron solemnemente lo que ahora tiran por tierra, no son ni tan siquiera caballeros de palabra, al más básico nivel entre sus fieles..

Hoy día, en la Iglesia, es ofuscante y lamentable ver la persecución de no pocos obispos (y lo peor es que algunos obispos son los que piensan así también) a los sacerdotes, que mirando al sucesor de Pedro, a nuestro Santo Padre Benedicto XVI, quieren ser fieles y obedientes a él y a la Iglesia, y no son sino tachados de tradiconalistas, estigmatizados y apartados, por salvaguardar la verdadera doctrina y la fidelidad a Pedro. 

Sin embargo, más triste es aún, ver la absoluta impunidad de aquellos que son escándalo del pueblo de Dios, llevando vidas disolutas impropias del sacerdote católico, siendo claramente herejes y desobedientes, imcumpliendo todo lo que manda la Santa Iglesia, como es el caso de estos sacerdotes de Austria.

Nos preguntamos fríamente, ¿qué hubiera pasado si los que se hubiesen sublebado reinvidicasen la Santa Misa Tradicional y fuesen vestidos con sotana? Pues con total probabilidad habrían sido apartados, tachados y tratados como apestados, hasta inclusive sancionados, tal es el flagrante caso del Padre Michel, de la Diócesis francesa de Evreux, cuyo Obispo claramente ha ido contra la Fe Católica.... 

Pero nos queda el consuelo de las palabras del Maestro: «y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre»(Lc 21,17) y en otro lugar, «Si a me han perseguido, también os perseguirán a vosotros»(Jn 15,20). 

Se hace palpable la acción del demonio, aunque muchos de estos sacerdotes modernistas nieguen su existencia. Los sacerdotes fieles son perseguidos mientras los infieles campan a sus anchas destrozando el redil del pueblo santo de Dios. Se hacen actuales las bienaventuranzas, unos son abanderados de la injusticia, y otros atacados y perseguidos a causa de la justicia.
 «Bienaventurados los que son perseguidos a causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos»(Mt 5,10).

 Para concluir, resaltar el mal trato que se le da a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, por parte de estos modernistas, cuando son estos los que están más fuera de la Iglesia por ir en contra del sentir de la Iglesia, y en contra de su Doctrina, cuando la FSSPX sólo tiene diferencias pastorales, pero nunca negando lo esencial. Esperamos el mismo rasero para todos, ¡ya basta de ultrajes a la Fe, a la Doctrina y al Sumo Pontífice!

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